Fase inflamatoria (puede durar entre 24 y 72 horas): Aparecen una serie de sustancias que inician el proceso de curación. Es la primera fase de la recuperación y suele aparecer con dolor, enrojecimiento, calor y limitación de movilidad.
Fase proliferativa (a partir de los 7 días): Se crean los primeros puentes de unión entre las partes lesionadas. Estos puentes son débiles todavía, por lo que el peligro de recaída es grande.
Fase de maduración y remodelación (a partir de los 21 días): Los puente que sean formado entre las partes lesionadas se consolidan y, con un buen trabajo se consigue una alineación correcta de los mismos, dando una tensión controlada al tejido.
A las 6-8 semanas, el tejido es capaz de soportar una carga casi similar a la previa a la lesión. Sin embargo, el paciente debe saber que esto no implica que la curación sea completa: la remodelación de los tejidos puede alargarse durante varios meses e incluso años, según el tipo de lesión y tejido afectado.