Cuando una persona cree que va a tomar una medicina eficaz, en su cerebro se activa una región relacionada con la habilidad de experimentar un beneficio o una recompensa (el núcleo accumbens) y segrega una sustancia denominada dopamina, que produce un efecto analgésico.
Sin embargo, ese mismo poder del cerebro humano para inducir un alivio físico a partir de una creencia positiva, tiene su lado contrario: el menos conocido “efecto nocebo”, cuando la salud empeora a causa de la creencia del paciente de que la terapia no funcionará o incluso que será perjudicial.
Se denomina efecto nocebo al empeoramiento de los síntomas o signos de una enfermedad por la expectativa, consciente o no, de efectos negativos de una medida terapéutica. Podría decirse que es la versión opuesta del efecto placebo.
El efecto nocebo aparece cuando una persona tiene miedo de una enfermedad o de las terapias a las que habrá que someterse; o cuando una persona tiene unas expectativas o creencias negativas respecto a la patología que sufre por la información que ha recibido desde su entorno o desde los profesionales sanitarios.
Un ejemplo de efecto nocebo es el siguiente: aquellos pacientes a quienes se les informa de la interrupción de la morfina en un postoperatorio, aumentan su dolor en comparación con aquellos a quienes se les suprime el fármaco, pero no se les da ese dato y siguen pensando que lo están recibiendo.
Sin embargo, ese mismo poder del cerebro humano para inducir un alivio físico a partir de una creencia positiva, tiene su lado contrario: el menos conocido “efecto nocebo”, cuando la salud empeora a causa de la creencia del paciente de que la terapia no funcionará o incluso que será perjudicial.
Se denomina efecto nocebo al empeoramiento de los síntomas o signos de una enfermedad por la expectativa, consciente o no, de efectos negativos de una medida terapéutica. Podría decirse que es la versión opuesta del efecto placebo.
El efecto nocebo aparece cuando una persona tiene miedo de una enfermedad o de las terapias a las que habrá que someterse; o cuando una persona tiene unas expectativas o creencias negativas respecto a la patología que sufre por la información que ha recibido desde su entorno o desde los profesionales sanitarios.
Un ejemplo de efecto nocebo es el siguiente: aquellos pacientes a quienes se les informa de la interrupción de la morfina en un postoperatorio, aumentan su dolor en comparación con aquellos a quienes se les suprime el fármaco, pero no se les da ese dato y siguen pensando que lo están recibiendo.